Daisy y Violet Hilton nacieron en 1908 en Inglaterra, unidas por la pelvis. Su madre biológica confió a las niñas a la dueña de un pub, Mary Hilton, quien prácticamente las “compró” y comenzó a exhibirlas en público.
Las hermanas vivieron una infancia y adolescencia difíciles bajo el estricto control de sus tutores, hasta que obtuvieron su libertad a través de un proceso judicial en 1931 y comenzaron su propia carrera. En su vida personal, también intentaron encontrar la felicidad. Ambas se casaron —con hombres diferentes—, pero ninguno de esos matrimonios duró mucho.
Oficialmente, se considera que esos matrimonios fueron más actos publicitarios que verdaderas uniones por amor. Sin embargo, según algunas fuentes no confirmadas, hubo un giro dramático en la vida de Violet: estaba embarazada el día de su boda. Más tarde, supuestamente dio a luz a un hijo, pero se vio obligada a darlo en adopción. El nombre y el destino de ese niño siguen siendo un misterio, ya que las hermanas nunca hablaron del tema públicamente.
A pesar de su popularidad y de sus espectáculos en el escenario, sus vidas cayeron poco a poco en el olvido. Su última actuación pública fue en 1961. Luego trabajaron como empleadas en una tienda de comestibles en Charlotte. Ambas murieron con pocos días de diferencia en enero de 1969 a causa de la gripe de Hong Kong. Daisy falleció primero, seguida poco después por Violet. Debido a su conexión física, el cuerpo de Violet no pudo separarse del de su hermana ya fallecida, y la autopsia reveló que sólo sobrevivió unos días más.
