Una vez fue un bombero común y corriente, pero durante un incendio resultó gravemente herido y, como resultado, perdió las orejas, los labios, los párpados y la mayor parte de la nariz 😢
Debido a esto, perdió su trabajo y su esposa lo dejó por otro hombre. Los médicos tardaron casi 14 años en restaurar al menos parcialmente el rostro de este hombre 😲
Como luce ahora este bombero, luego de todas las cirugías plásticas, lo mostraron en el primer comentario 👇👇
Patrick Hardison nunca buscó la fama. Él era simplemente un bombero: valiente, fuerte y dedicado a su trabajo. Pero un día, en septiembre de 2001, su vida cambió para siempre.
Una llamada a una casa móvil en llamas se convirtió en una tragedia cuando el techo se derrumbó y su rostro quedó envuelto en llamas. Patrick salió con vida, pero su rostro quedó completamente destrozado.
Burns lo dejó sin orejas, labios, párpados y la mayor parte de la nariz. La piel estaba carbonizada y los ojos estaban cubiertos por una máscara hecha de piel injertada del muslo.
No pudo mirarse al espejo hasta noviembre. Cuando los médicos hicieron un pequeño orificio en los párpados artificiales, vio su reflejo y dijo: «¿Qué es esto? No lo soporto».
A partir de ahí comenzaron años de dolor, soledad y lucha. Su esposa se fue. Los niños crecieron, pero él no vio casi nada. Él vino a los partidos de béisbol, pero no pudo quedarse: los padres de los otros niños susurraban y los niños se alejaron con miedo.
Los transeúntes en la calle lo señalaban.
En los catorce años transcurridos desde el incendio, Patrick se ha sometido a 70 cirugías plásticas. Intentó lo mejor que pudo para volver a la vida normal, pero parecía salido de una película de terror.
La esperanza llegó en la forma del Dr. Eduardo Rodríguez del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York. Rodríguez escuchó la historia de Patrick de uno de sus amigos y comenzó a prepararse.
En 2015 reunió un equipo de más de cien especialistas. Fue la operación de trasplante de cara más grande hasta la fecha.
La operación duró 26 horas. Patrick recibió un trasplante de cara, cuero cabelludo, orejas, canales auditivos, nariz, mentón, mejillas y párpados que ahora podían parpadear.
El costo de la operación fue de alrededor de un millón de dólares, pero la familia de Hardison no pagó ni un centavo: todo fue cubierto por el hospital.
Hoy en día, Patrick Hardison vive una vida casi normal. Compró un terreno, construyó una casa y escribió un libro.