Según me explicó mi abuela, este truco ahorra agua y la ropa sale más limpia. Para probar este truco, debes seguir cuatro pasos. En primer lugar, el biberón debe estar limpio, por lo que deberás lavarlo con jabón y agua caliente. Luego hay que cerrarlo bien y para que no se mueva mucho durante el lavado, puedes añadir agua en su interior.
Luego hay que meterlo en el tambor y lo más importante es que no esté sobrecargado. El paso final y el comienzo del ciclo de lavado. Ahora te comparto los beneficios de este tip. La botella reduce la necesidad de agua y mejora el enjuague. El efecto de la mezcla funciona un poco como un masaje de tejidos.
La botella genera movimientos adicionales que ayudan a relajar las fibras textiles. Gracias a este truco la ropa mantiene su textura y forma durante más tiempo. Pero hay una nota importante: debes evitar intentar este truco con telas delicadas, como la seda, por ejemplo. Podría quedar atascado en la tapa y dañarse.