La gente notó algo inusual en el océano, pero cuando descubrieron qué era, todos quedaron impactados.

HISTORIAS DE VIDA

Todos se relajaron en la playa. Pero de repente un grito rompió el silencio. Dos turistas vieron algo en el horizonte. Algo se movió en el mar y Jessica se quedó congelada. Pero cuando escuchó gritos y llantos, se dio cuenta de que había algo más.

Roberta Ursi, su marido, su madre, sus hijos y su yerno se metieron al agua para refrescarse. Cuando Roberta salió del agua, miró a su alrededor y se dio cuenta de que sus hijos estaban mucho más lejos de la orilla de lo que había pensado.

Alarmada, regresó al agua. Desafortunadamente, nueve personas necesitaban ayuda, incluida la madre de Roberta, que había sufrido un ataque cardíaco en un intento desesperado por salvarla. No había socorristas de guardia ese día. La policía patrulló la playa y observó cómo la familia luchaba por sobrevivir.

Jessica agarró una tabla de surf y saltó al mar. Otros bañistas la vieron saltar al agua y decidieron ayudarla. Pronto surgió la idea de formar una cadena humana lo suficientemente larga para llegar hasta la familia. Más de ochenta personas se alinearon en la tormentosa corriente del océano. Se tomaron de las manos y trataron de no ser arrastrados por la fuerte corriente. Finalmente la cadena llegó a Roberta, a sus hijos y al resto de la familia.

Afortunadamente, para entonces ya habían llegado los servicios de emergencia y todos fueron trasladados al hospital. El estado de la abuela mejoró gradualmente.

Rate article
Add a comment