A primera vista, la idea parece insólita, pero en realidad todo es extremadamente sencillo y eficaz. Lo principal es preparar bien los cimientos.
No necesitarás un enorme monolito de hormigón: basta con una cimentación en franjas de 40-50 cm de profundidad.
Esto hace que el proceso de construcción sea fácil y accesible incluso para quienes nunca han cogido herramientas de construcción. Se puede decir que este tipo de construcción es como construir un castillo de arena fuerte pero ligero.La siguiente etapa consiste en levantar los muros. Para ello se utiliza leña de unos 40 cm de longitud. Se colocan en una mezcla de arcilla y paja finamente picada.
Para un aislamiento adicional, se dejan pequeñas bolsas de aire entre las capas de mortero de arcilla, que funcionan como un termo natural, protegiendo la casa del frío.
Para que las paredes queden uniformes y no pierdan su forma, se utilizan tablas de encofrado de madera, y para una mayor resistencia, flejes horizontales de madera.Las ventanas y puertas se pueden empotrar inmediatamente en la mampostería, y para que la construcción sea fuerte, es importante no precipitarse: no más de tres capas a la vez, de lo contrario la arcilla no tendrá tiempo de secarse, y la pared puede dar encogimiento.
Como en cualquier construcción, hay matices. Por ejemplo, no se puede construir en invierno — arcilla en el frío pierde plasticidad y puede agrietarse.
Además, es importante tener cuidado: si no se sigue la tecnología, las paredes pueden encogerse o incluso agrietarse.