Al principio, parecía que nada podía evitar lo que estaba a punto de suceder, especialmente con el salto arriesgado que implicaba: las lesiones podrían haber sido catastróficas. Pero luego, con una precisión notable, el entrenador salvó el día.
Es muy tranquilizador que los niños estén bajo la atenta mirada de adultos capaces. Por ejemplo, sin los rápidos reflejos del entrenador, el error de una gimnasta de 11 años podría haber resultado en una lesión grave. Cadence, una gimnasta canadiense dedicada, estaba ejecutando un movimiento difícil en la barra cuando perdió el control. En una fracción de segundo, podría haberse lastimado gravemente el cuello. Pero su entrenador, Vitaly, actuó como un verdadero héroe, reconociendo al instante el peligro y evitando una lesión en la cabeza.
El gimnasta realizó una voltereta y atrapó a la joven gimnasta en el aire, asegurándose de que aterrizó de forma segura. “¡Estamos increíblemente agradecidos de tener entrenadores tan talentosos!”, dijo la dirección del gimnasio Magic, donde tuvo lugar la actuación. Deseamos que Cadence siga teniendo éxito en su carrera gimnástica y que siempre tenga un entrenador tan atento a su lado. ¡Con su vigilancia, está en buenas manos!