Uno de los sacrificios más difíciles para los hombres y mujeres militares es estar separados de sus familias, a veces a miles de kilómetros. No se trata solo de añorar la presencia del otro, sino de perderse momentos importantes: cumpleaños, bodas, funerales e incluso nacimientos.
Skyler Cooper, miembro de la Guardia Nacional del Ejército de Kansas, experimentó esto de primera mano durante su despliegue de siete meses en Kuwait. Su esposa, Cydney, estaba embarazada en ese momento y, con dos hijos pequeños, Leighton y Corbett, en casa, el estrés era abrumador.
Pero había algo más que la distancia que pesaba sobre Cydney. Estaba embarazada de gemelos y, a las 33 semanas de embarazo, enfermó de gripe. Esto provocó un nacimiento prematuro inesperado de las gemelas, Emma y Kyla. Mientras los bebés permanecieron en la UCIN, Cydney tuvo que hacer malabarismos entre las visitas al hospital y el cuidado de sus dos hijos mayores, lo que la llevó al límite.
Mientras estaba sentada en el hospital con una de sus hijas recién nacidas, Cydney recibió un simple mensaje de texto de su esposo, Skyler, preguntándole cómo estaban ella y los bebés. Sin embargo, momentos después, Skyler entró en la habitación él mismo, sosteniendo un globo con la bandera estadounidense y flores en sus manos.
Skyler había estado planeando esta sorpresa durante semanas, pero la reacción emocional de Cydney fue más allá de lo que podría haber imaginado. En una entrevista con Good Morning America, Cydney compartió: “Estaba en shock. Sentí que casi tenía que respirar de nuevo. Había estado rebotando tanto entre nuestros niños y las niñas, que también me sentí aliviada”.
La sorpresa no terminó allí. Más tarde, la pareja pudo sorprender a sus dos hijos, capturando el emotivo momento en cámara.
Una familia reunida
En Facebook, Cydney reflexionó sobre el viaje: “Miles de kilómetros, un embarazo y parto en solitario, 48 392 llamadas por Skype, algunos superhéroes, algunos viajes en avión, 12 días en la UCIN, mucha ayuda de familiares y amigos y muchas lágrimas después… un soldado volvió a casa”.
Esta emotiva reunión sirve como tributo a los sacrificios que hacen las familias militares y la fortaleza que las sostiene incluso en los momentos más difíciles. Estamos agradecidos por familias como los Cooper y honramos a todos aquellos que sirven en el ejército de los EE. UU.