Una mujer de 22 años en avanzado estado de gestación viajaba en la línea TER por Saint-Marcellin este domingo por la mañana cuando se dio cuenta de que estaba de parto. En otras palabras, su parto era inminente.
Ya era demasiado tarde para hacer otra cosa, así que fue a bordo del tren donde la futura madre decidió dar a luz. Aunque no era de su competencia, el controlador del TER no dudó en prestar ayuda siguiendo las instrucciones de los bomberos contactados telefónicamente.
Detenido en el puesto de guardia de Saint-Marcellin, el tren se convirtió por un momento en una maternidad, porque la madre y su partera improvisada trabajaron tan bien que el bebé, un niño, nació sano y salvo antes de que llegaran los bomberos.
Madre e hijo, ambos en buen estado de salud, fueron trasladados al hospital de Romans-sur-Isère. Contactada por France Bleu, la CNFF (Compañía Nacional de Ferrocarriles Franceses)reconoció que el TER en cuestión sufrió, no obstante, un ligero retraso sin causar ninguna perturbación en el tráfico.