Alleta formó su familia en 2004, lo que la convirtió en la madre estadounidense de mayor edad en ese momento. Tenía 57 años en su haber en ese momento.
La mujer afirma que nunca ha mirado su número de pasaporte porque ha estado muy preocupada por su trabajo y porque siempre se ha sentido muy joven.
Ella era una intérprete cautivadora en el escenario. Tuvo una existencia glamorosa, caracterizada por una gran cantidad de presentaciones en vivo y frecuentes viajes internacionales.
Por eso, explicó Alleta, aún podría tener hijos y cumplir su ambición de ser madre.
Sin embargo, retrasó la formación de una familia hasta los 57 años.
Había pasado algún tiempo desde el nacimiento de un par de gemelos de intercambio de sexo, uno de cada sexo.
Dada su corta edad, Alleta inicialmente dudó en tomar tal decisión.
Estaba demasiado ocupada divirtiéndose para notar a la gente que la rodeaba.
Desde entonces han pasado 18 años. Como Alleta nunca se casó, estaba decidida a criar a sus hijos sola.
Esta mujer de 75 años no aparenta su edad en absoluto. ¡Qué fantástico regalo de la tierra!