De todos los deportes olímpicos, el patinaje artístico es uno de los más bellos y expresivos. Aunque es extremadamente difícil dominar los pasos técnicos que requiere un programa, los bailarines hacen que parezca que no les cuesta ningún esfuerzo mientras se deslizan por el hielo. Los mejores patinadores no solo dominan los saltos, los giros y los trucos.
En cambio, también aprenden a expresar verdaderamente la emoción de las canciones que interpretan. Si quieres conocer a alguien que es la personificación del patinaje, conoce a Veronika Zhilina. Veronika es una patinadora artística rusa cuya magnífica actuación al ritmo de la versión de Aleluya de Alexandra Burke se ha vuelto viral.
Es una de las actuaciones más emotivas y conmovedoras que jamás verás, y es aún más sorprendente porque solo tenía diez años en ese momento.
Veronika Vladislavovna Zhilina nació el 15 de mayo de 2008 en Arkhangelsk, Rusia. Ya es una patinadora exitosa, pero hay que admitir que empezó muy joven. Su madre, Ludmilla, comenzó a enseñarle a patinar cuando tenía solo tres años.
Demostró una verdadera aptitud para el patinaje y, aunque era solo una niña, no tuvo la oportunidad de sentirse sola. Pronto, a ella y a su madre se les unió su hermana menor, Alena. Forjar una carrera en el patinaje artístico requiere un entrenamiento intensivo, pero ambas niñas estaban felices de asumir el compromiso porque el patinaje es su pasión.
Se quedaron en Arkhangelsk hasta 2018 antes de mudarse a Moscú para entrenar con los prestigiosos entrenadores rusos de patinaje artístico Sergei Dudakov, Sergei Rozanov y Eteri Tutberidze. ¡Solo un año después, Veronika compitió en la categoría junior del Campeonato Ruso de Jóvenes y ganó! Continuó demostrando que no era suerte de principiante, ya que defendió con éxito su título un año después.
En esa época, uno de sus entrenadores, Sergei Rozanov, se trasladó a la Academia Angels de Plushenko. Veronika y Alena fueron con él, uniéndose a otra talentosa patinadora artística, Alexandra Trusova. En los años siguientes, Veronika ganó o obtuvo buenos resultados en competiciones en Rusia y pronto estará lista para patinar a nivel internacional.
Si nos basamos en su interpretación de Hallelujah, obtendrá una buena puntuación, especialmente en expresión artística. Cuando sale al hielo lleva una luz que agita con gracia sobre su cabeza. El público se une a ella con sus propias luces, forjando un vínculo entre la patinadora y el público.
Veronika coloca su luz sobre el hielo mientras comienza a patinar. Es una actuación impresionante. Veronika fluye sobre el hielo, casi pareciendo convertirse en una con él. Su vestido blanco complementa perfectamente su cabello rubio y su rostro es angelical. El patinaje de Veronika es impecable, sus transiciones son tan suaves como si estuviera hecha de agua en lugar de carne y sangre.
La rutina ha sido perfectamente coreografiada y expresa el estado de ánimo de la canción a la perfección. Es una actuación que no te puedes perder. Luego, si te preguntas si su hermana pequeña tiene tanto talento, mírala también. Parece garantizado que estas dos jovencitas talentosas tienen carreras increíbles por delante.