Charlie Worgan, de 27 años, mide sólo 121 cm. Sufre lo que se llama «enanismo». Su marido, Cullen, tiene una forma diferente de enanismo. Por ello, los médicos advirtieron a la pareja sobre las posibles consecuencias si decidían tener hijos. Pese a ello, hoy tienen tres hijos.
A Charlie le diagnosticaron acondroplasia, la forma más común de enanismo; A Cullen le diagnosticaron hipocondroplasia, que es más rara.
Dado que sus diagnósticos conllevan numerosos riesgos además de la baja estatura, fueron advertidos antes de tomar la decisión de formar una familia.
Los médicos explicaron que tenían sólo un 25 por ciento de posibilidades de tener un hijo de estatura normal y la misma probabilidad de tener un hijo que tal vez no sobreviviera.
En 2015, Charlie quedó embarazada de su primer hijo. Ese mismo año nació su hija Tilba. Al igual que su madre, nació con acondroplasia.
Tras el nacimiento de su hija, la familia creó una cuenta de Instagram para compartir su vida, con todas sus alegrías y dificultades.
Tilba creció como una niña feliz y vivaz que eventualmente cautivó a todos los que la rodeaban. Pero no fue fácil. La pareja tuvo que hacer todo lo posible para criar a Tilba para que no se viera afectada por las críticas.
A pesar de las advertencias de los médicos, la pareja decidió tener otro hijo, al que también le diagnosticaron la misma enfermedad que la madre.
La familia tiene ahora más de 300.000 seguidores y Charlie utiliza la página para disipar ideas erróneas sobre el enanismo y para apoyar a personas con problemas similares.
«Es una montaña rusa de emociones, momentos de amor y felicidad. Queríamos tener aún más hijos y quedé embarazada por tercera vez. Quería volver a quedar embarazada y experimentar ese dolor, los vómitos y los desmayos, como si tuviera 17 años otra vez», dijo la feliz madre.