A los 19 años, Catrin Pugh estaba haciendo planes para su vida cuando un trágico suceso lo cambió todo. En abril de 2013, después de unas vacaciones en los Alpes franceses, el autobús en el que viajaba sufrió un accidente. Catrin sufrió quemaduras en el 96% de su cuerpo y los médicos le dieron sólo un 1% de posibilidades de sobrevivir.
Nacida y criada en el norte de Gales, Reino Unido, Catrin Pugh era la típica adolescente apasionada por los viajes y la aventura. En un soleado día de primavera de abril de 2013, abordó un autobús de regreso a Gran Bretaña después del final de la temporada de esquí en los Alpes franceses. La ruta era conocida por su pronunciado descenso, con 21 curvas cerradas desafiantes. Al doblar la curva 20, la tranquilidad de Catrín se vio interrumpida cuando escuchó al conductor decir en voz baja: “¡No tengo frenos!”. El pánico se apoderó de los pasajeros.
«Pude ver el acantilado frente a nosotros y luego el conductor giró el volante a tiempo, así que todavía estamos aquí», dice Catrin. Sin embargo, chocaron con rocas en el lado opuesto de la curva. El conductor, Maurice Wrightson, fue la única víctima mortal entre las 52 personas a bordo. Posteriormente recibió póstumamente el «Elogio de la Reina a la valentía» por sus acciones.
Pugh quedó atrapada en el autobús en llamas y sufrió graves quemaduras en la cara, brazos, piernas y torso. La trasladaron en avión a un hospital de Grenoble, Francia, donde los médicos le dieron un 1% de posibilidades de sobrevivir. Sólo las plantas de los pies y algunas manchas del cuero cabelludo quedaron intactas por el fuego.
A pesar de las probabilidades, Pugh luchó. Se sometió a más de 200 cirugías e innumerables horas de dolorosa rehabilitación. Poco a poco empezó a recuperarse. Hoy en día, se considera con orgullo una sobreviviente de quemaduras y está comprometida a ayudar a otras personas que han experimentado un trauma similar.
También se ha convertido en defensora de los sobrevivientes de quemaduras y trabaja con organizaciones benéficas para crear conciencia sobre los desafíos físicos y emocionales que enfrentan quienes han sufrido quemaduras. Sus esfuerzos mejoraron las vidas de innumerables personas y su mensaje de esperanza tocó los corazones de millones.
Además, es la cara de la marca de belleza Avon e incluso modeló en la Semana de la Moda de Londres para una organización benéfica que apoya a las personas que «lucen diferentes».
La notable historia de Catrin Pugh es un testimonio del poder de la resiliencia y la determinación frente a la adversidad. A pesar de enfrentar desafíos inimaginables, se negó a darse por vencida y, en cambio, encontró la fuerza para superar sus heridas y construir una nueva vida.