Puede parecer increíble, pero una pareja ha convertido viejos vagones de ferrocarril en una impresionante y elegante casa fuera de la red en la región de Central Otago, en la Isla Sur de Nueva Zelanda.
Mandy y Daman Groshinki, una pareja de la Isla Sur, descubrieron los viejos vagones de ferrocarril en la propiedad que querían comprar y tuvieron la visión de convertirlos en una casa fuera de la red.
A pesar de las miradas escépticas, decidieron comprar y renovar los vagones, y después de 8 años de arduo trabajo y paciencia, pudieron crear su “paraíso”.
Aunque Mandy no tenía formación en diseño, demostró talento para el diseño de interiores, lo que les ayudó a alcanzar sus objetivos para su nuevo hogar.
La pareja tuvo que ser creativa para completar su proyecto con un presupuesto limitado y superó muchos obstáculos durante la remodelación.
Hoy disfrutan de una casa fuera de la red bellamente restaurada con todas las comodidades e impresionantes vistas a la montaña.
Debido a que la propiedad es remota, son completamente autosuficientes y dependen únicamente de la energía solar y el agua de lluvia para su suministro.
Aquí hay un video para un recorrido completo por su pequeña pero hermosa casa.