Cuando nos convertimos en padres, nos imaginamos a una familia amada y adorada por nuestros padres. Desafortunadamente, los planes no siempre salen bien y el nacimiento de Alba no fue la excepción.
Le dijeron que sólo podía adoptar un bebé que tuviera alguna enfermedad, discapacidad o problemas de conducta
Aunque veinte hogares acogieron a Alba cuando su madre la abandonó a una edad temprana, finalmente la rechazaron. Sin embargo, en ese momento un rayo de optimismo entró en su vida.
Cuando Luca Trapanese, un gay italiano, tomó la decisión de adoptar un niño, se encontró con varias dificultades. Enfrentó desafíos sociales, pero al final obtuvo la aprobación para adoptar una niña pequeña. Aunque este niño pequeño tenía síndrome de Down, Luca no parecía inmutarse. Todos los que estaban cerca podían ver el vínculo asombroso que se desarrolló entre ellos.
A Luca se le informó que sólo podía adoptar a un niño que tuviera una enfermedad grave, una discapacidad importante o problemas de conducta cuando inició el proceso de adopción. No tenían idea de que él habría estado contento con cualquiera de esas opciones.
Luca se convirtió en el padre legal de Alba en 2017 cuando ella apenas tenía 13 días. Su estado físico fue el motivo por el que veinte familias ya habían rechazado su adopción. Sin embargo, Luca vio a Alba como la fuente de alegría y satisfacción insondables en su vida, y se sintió privilegiado de ser su padre. Ser padre era algo que se tomaba muy en serio.