La era digital actual está dominada por las redes sociales, que se utilizan con frecuencia junto con el uso extensivo de Photoshop y filtros. Aunque las pequeñas ediciones pueden hacer que las imágenes sean más atractivas visualmente, las grandes ediciones que modifican rostros y cuerpos son una tendencia alarmante con ramificaciones potencialmente peligrosas.
Además de ser engañosas, las imágenes retocadas con Photoshop que alteran la realidad y fomentan ideales de belleza inalcanzables también alimentan ansiedades y prejuicios negativos. Con frecuencia se muestran representaciones idealizadas de extraños a mujeres en particular, lo que puede provocar sentimientos de insuficiencia y dudas sobre uno mismo.
Los hombres, por otro lado, son socializados para ejercer una presión excesiva sobre sí mismos y sus relaciones porque anticipan una perfección inalcanzable. Es vital apoyar la autenticidad y valorar la belleza natural en esta época de modificación digital.
Exhibimos 16 mujeres cuyas fotografías alteradas se hicieron públicas para demostrar este punto y mostrar la profundidad de la manipulación digital. Sus experiencias sirven como un potente recordatorio de aceptarse y amarse a uno mismo por lo que uno es, con imperfecciones y todo. Cada persona tiene una belleza inherente que supera las normas sociales y los avances tecnológicos.