Wayne Martin se embarcó en una misión casi crítica en su patio trasero. Decidió emprender un proyecto a gran escala para mejorar su casa. Irónicamente, empezó cavando un hoyo.
Todos sus amigos pensaron que había perdido la cabeza después de cavar el hoyo, pero descubrieron que tenía un plan extraordinario para su propiedad.
No estaba destinado a llenarse con agua. Colocó grava y colocó encima un gran contenedor de 20 pies.
Lo equipó con extras y comodidades hogareñas. Es ideal como cueva o lugar seguro para tornados, ataques con misiles y mucho más.
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