Esta conmovedora historia de 2016 es demasiado encantadora como para no compartirla. En Tailandia, se vio a un pequeño gatito recién nacido vagando solo por las calles. Una familia cercana, que estaba dando un paseo nocturno, vio al pequeño y decidió ayudar.
Tras una inspección más cercana, se dieron cuenta de que no se trataba de un gato común y corriente, ya que se veía diferente a cualquier otro gatito que hubieran visto. La familia se puso en contacto con la Fundación Amigos de la Vida Silvestre de Tailandia (WFFT), una organización animal, que rápidamente envió a un representante para examinar al animal.
Después de una investigación exhaustiva, el grupo determinó que el animal era un gato pescador, una especie rara y en peligro de extinción.
Este «gato salvaje» ama la vida acuática y puede llegar a medir el doble de tamaño que un gato doméstico típico. Le gusta especialmente cazar y comer pescado, de ahí su nombre.
Según Wikipedia, el gato pescador (Prionailurus viverrinus) es un gato salvaje de tamaño mediano originario del sur y sudeste de Asia. Está catalogada como Vulnerable en la Lista Roja de la UICN desde 2016. La especie enfrenta una amenaza importante por la pérdida de humedales, lo que ha provocado una disminución drástica de su población durante la última década. Los gatos pescadores se encuentran típicamente cerca de humedales, como pantanos, manglares, lagos en forma de meandro y a lo largo de ríos y arroyos.
WFFT descubrió que el gatito solo llevaba unas horas fuera del útero cuando la familia lo encontró. Los expertos de la organización quedaron desconcertados por cómo la madre pudo haber abandonado a su recién nacido, ya que este comportamiento es inusual en la especie.
El singular gato rápidamente se ganó a la familia, a la que se le concedió permiso para tenerlo durante un período de prueba. Lo llamaron Simba y estaba claro que sentía un fuerte vínculo con la casa.
La familia estuvo atenta a la aparición de la madre del gatito, esperando que regresara en cualquier momento para buscar a su cría.
Lamentablemente, nunca tuvo lugar.
En cambio, la familia cuidó a Simba y él se convirtió en un magnífico gato pescador. Afortunadamente, Simba está vivo y próspero a partir de ahora, pero es esencial que siga creciendo y desarrollándose.
Según la WFFT, la caza furtiva y las matanzas en represalia son las causas principales detrás de la alarmante tasa de mortalidad del 84% entre los gatos pescadores en Tailandia. Por lo tanto, la supervivencia y el rescate de Simba no sólo son milagrosos sino también cruciales para la preservación de su especie.