Todo el mundo conoce la ley del bumerán, que está asociada no sólo a acciones negativas sino también a acciones positivas. Cuando hacemos algo bueno por alguien, estamos seguros de recibir una respuesta. Esta ley del bumerán es indestructible.
Un día una mujer descubrió que el pequeño niño que había ganado su corazón con su bella pero triste apariencia estaba completamente solo. Este encuentro la conmovió y no quería dejarlo allí solo. La mujer soñaba con entusiasmo con adoptar a este niño.
No fue hasta cuatro años después cuando se le permitió adoptar al niño. El problema era que tenía la piel oscura; Estos niños sólo podrían ser adoptados por personas con el mismo color de piel. Sin embargo, la mujer hizo todo lo posible para tomarlo bajo su protección. El niño creció y se convirtió en un hombre maravilloso que realmente amaba a su madre. Cuando se enteró de que su madre tenía problemas de salud y necesitaba un nuevo riñón, inmediatamente decidió donarle el suyo.
Cuando se enteró que su madre tenía que esperar mucho tiempo para un trasplante de órgano, se hizo pruebas de compatibilidad y resultó que era un donante ideal para su madre. Con su acto desinteresado, salvó la vida de la madre que una vez le había salvado la vida, y respondió con gratitud.