Un autobús destartalado se transformó en tres años en una moderna y confortable residencia sobre ruedas (Greyhound).
Algunas personas heredan la casa de sus sueños, mientras que otras la eligen y la compran con cuidado. Sin embargo, también hay personas ambiciosas que construyen ellos mismos su hogar único. Esta es la historia de una brillante mujer estadounidense que compró un viejo autobús, lo equipó con todo lo necesario para una cómoda vida nómada y le dio un bonito aspecto.
Jessie Lipskin se inspiró para restaurar un viejo autobús y convertirlo en una hermosa caravana Greyhound.
Esta extraordinaria historia comenzó cuando Jessie Lipskin, siendo aún una niña, vio el documental Trash Warrior, en el que la protagonista, inspirada por creencias medioambientales, construye una casa con materiales de desecho. Concibió la idea de crear una casa ecológica después de ver una presentación del ecoarquitecto Michael Reynolds, que fabrica barcos a partir de residuos y materiales reciclables.
El interior de la casa móvil está realizado íntegramente con materiales naturales.
También estuvo fuertemente influenciado por el concepto de minimalismo, según el cual las personas no necesitan muchos objetos ni casas grandes. Así que, después de deshacerse de todo lo superfluo y meterlo todo en una sola maleta, empezó a buscar un vehículo adecuado para construir su casita.
Jessie Lipskin pidió ayuda a amigos y conocidos.