Un oso polar atacó el viernes a una mujer de 32 años a la hora de comer en el zoológico de Berlín después de que ella saltara a su recinto. Fue una escena increíble. La mujer, conocida sólo como Mandy K, resultó gravemente herida varias veces antes de que el personal del zoológico acudiera en su ayuda.
El incidente ocurrió por la tarde, cuando los osos están más alertas y activos, cuando estaban siendo alimentados. Se dice que Mandy K trepó por una pared, atravesó una hilera de setos y saltó una valla para entrar al recinto. Su implacable intento de acceder al hábitat del oso polar encontró escasa resistencia por parte de las barricadas del zoológico, cuyo objetivo es mantener a la gente a una distancia segura.
Mandy K entró y saltó sobre los barrotes para entrar al territorio de los osos. La reacción violenta de los osos probablemente se debió a que percibieron su abrupta llegada como una amenaza o un estímulo poco común. Uno de los cuatro osos polares la atacó cuando aterrizó, atacándola en la espalda, los brazos y las piernas varias veces.
En el momento en que se dio la alarma, los cuidadores del zoológico tomaron medidas inmediatas. Los seis trabajadores estaban frenéticos por llamar la atención de los cuatro osos. Un solo oso persistió en atacar a Mandy K. a pesar de sus mejores intentos. Finalmente, los cuidadores del zoológico pudieron ahuyentar al oso y rescatar a la mujer herida.
Después de ser llevada rápidamente al hospital, Mandy K se sometió a una cirugía para curar sus heridas. Actualmente se está recuperando, según el personal médico, pero debido a la gravedad de sus lesiones, necesitará cuidados y rehabilitación continuos.
Las investigaciones revelaron además que Mandy K es una maestra que ha estado extremadamente angustiada por su situación de desempleo. Sus acciones impulsadas por la desesperación resaltan un pasado terrible que añade otro nivel de complejidad al evento. Sus justificaciones muestran cuánta presión y estrés emocional estaba bajo ella, aunque no excusan su arriesgada inmersión en el recinto.
Uno de los zoológicos más famosos de Europa, el Zoológico de Berlín, expresó su alivio porque, a pesar de la gravedad de la situación, no se produjeron más resultados desafortunados. Para evitar accidentes similares en el futuro, los funcionarios del zoológico están revisando minuciosamente sus protocolos de seguridad. Subrayaron que el objetivo de las barreras de seguridad es salvaguardar tanto a los huéspedes como a los animales.
La respuesta del público ha variado desde el asombro hasta la simpatía y la censura. A muchas personas les resulta difícil comprender la aparente falta de juicio de Mandy K. y sus acciones drásticas. Otros que comprenden la profundidad del dolor que puede conducir a acciones tan dramáticas han expresado simpatía por su posición.
Oso polar
Aún bajo ataque, la mujer nada y finalmente agarra una cuerda que cuelgan los rescatistas.
Finalmente escapa de los osos y la llevan de urgencia al hospital para recibir tratamiento.
Este evento es un recordatorio aleccionador de los riesgos asociados con el alojamiento de animales salvajes y la necesidad de seguir procedimientos de seguridad. También pone de relieve las dificultades que experimentan las personas, que con frecuencia quedan ocultas y que pueden llevarlas a tomar medidas arriesgadas o desesperadas. Se espera que Mandy K reciba la ayuda que necesita para superar sus obstáculos mientras se recupera y que el suceso inspire una revisión tanto de los protocolos de seguridad del zoológico como de las redes de apoyo de salud mental.